John Galliano fue una pieza Fundamental para la firma Dior.

Trás la muerte de su fundador Christian Dior, el 24 de octubre de 1957, la casa Dior continuó su actividad exitosamente con otros diseñadores de gran renombre como Yves Saint Laurent, Marc Bohan y Gianfranco Ferré, pero no fue hasta 1997 con John Galliano como director creativo, cuando la marca resurgió con tanta fuerza o más que cuando vivía su creador.

En 1998 Gucci abrió la veda a nuevas campañas de publicidad con el fotógrafo Tom Ford, utilizando el sexo como reclamo, con una fotografía que sugería una felación entre dos jóvenes. Esta campaña supuso el manifiesto fundamental de lo que se conoce como porno-chic, que no era otra cosa que fotografías pornográficas de calidad y buen gusto.



En la primavera de 2000, Galliano fue más allá y propuso el lesbian-chic con la colaboración del fotógrafo Nick Knight, eran una serie de fotografías similares a las de Gucci por su alta carga erótica pero en este caso la situación ocurría entre mujeres.
Así fue como John Galliano renovó la imagen de la mujer Dior, que dejó de estar sometida al deseo del hombre, para tomar poder de decisión.





Galliano no se limitó a seguir la línea estilística sino que supo combinar los códigos de la marca Dior con un espíritu visionario, joven y un toque de excentricidad, consiguiendo así, un éxito rotundo en los años que trabajó para la marca. 

Su trabajo finalizó con un sabor amargo cuando la firma decidió, no sólo suspenderlo, sino despedirlo definitivamente de la empresa por sus declaraciones antisemitas, todo un escándalo, algo que le ha acompañado a lo largo de su trayectoria y que incluso asoció a la propia marca.



Yasmina Esteo

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