Con Kate Moss tenemos el ejemplo de celebrity aspiracional por su personalidad y gusto ecléctico. Tras una larga e impecable carrera que empezó a temprana edad, en los 90, gracias a su aspecto aniñado y al look heroin chic,
popularizado a mediados de los 90 y caracterizado por la piel pálida, ojeras y cuerpo huesudo,(siendo una reacción contra la voluptuosidad de las grandes top models e idealizando la androgínia) y habiendo siendo musa y mejor amiga de los diseñadores y fotógrafos más importantes,
poco importó el ser pillada en 2005 consumiendo cocaína de la que adoptó el apodo Cocaine Kate;
la mayoría le prestaron su apoyo e incluso algunas marcas de lujo no dudaron en contar con ella haciendo apología a las drogas, para mostrar a una mujer independiente aunque frágil, bajo los efectos de la noche, la fiesta y el desfase.
Por lo que se puede decir que más que un escándalo negativo en su vida, aunque no se libró de unas disculpas públicas y de un par de campañas canceladas, la hizo renacer en el mundo de la publicidad y conseguir nuevos contratos de trabajo.
En parte, gracias al seguimiento contínuo de los paparazzi día y noche, registrando salidas y entradas de su casa y visitas a sus amigos, bodas, fiestas o conciertos.
A raíz de este seguimiento y gracias al auge de las redes sociales donde se colgaban y compartían fotos al instante, Kate y sus looks visionarios se convirtieron en una pasarela diaria seguida por millones de chicas en todo el mundo, lo que acabó en una serie de colaboraciones con Topshop a partir de 2007, inspiradas en su fondo de armario y prendas más icónicas, convirtiéndose en un éxito arrollador.
Su controvérsica relación con Pete Doherty, drogadicto reconocido y frontman de The Libertines y Babyshambles, la hizo ser más buscada si cabe por los paparazzi. Fueron míticas sus fotos juntos en el festival de Glastonbury,
típicamente embarrado, con las botas Hunter, otra de sus aportaciones estilísticas, junto con las botas/mocasín de flecos, los pitillo grises, el blazer, los sombreros borsalinos o los abrigos de pelo.
En definitiva, la Kate Moss de los 2000's no solo se convirtió en un icono de estilo instantáneo, sino también en reclamo seguro de todo tipo de marcas de moda, accesorios, lencería, belleza, perfumes, tecnología, firmas de lujo o marcas asequibles. Así como también colaboró con diversos fotógrafos, artistas plásticos y grupos como Primal Scream en su canción Some Velvet Morning o I just don't know what to do with myself de The White Stripes, sin contar con su presencia innata y colaboración involuntaria en parte de las letras, voz o vídeo de los grupos de sus últimas dos parejas; el citado Pete y Jamie Hince, guitarrista de The Kills.
Isabel mm2
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