¿Quién es quién?

El futuro de la moda va más allá que la búsqueda de nuevos tejidos o nuevas conceptualizaciones. Como reflejo de la sociedad ésta tiene la capacidad, y la obligación, de mostrar ese cambio.  Mientras continuamos escuchando los ecos del racismo,  Andrej Pejic y Carmen Carrera son los últimos abanderados de la denominada sociedad genderqueer.  

Por: Ismael Parrilla Ríos

Foto: Ines Rau shot by Dima Hohlov. The Beautiful Ines Rau. models.com

El discurso de Naomi Campbell, el pasado 13 de abril durante la ceremonia de los premios GLAAD, enfatizaba en la no discriminación a transexuales en el mundo de la moda. No era la primera vez que ocurría; desde Change.org se insta a la inclusión de Carmen Carrera como nuevo ángel de Victoria’s secret.  Pero esta situación, aunque parece nueva, tiene mucho camino rodado. 

El museo de Liverpool dedica una exposición monográfica, durante un año, a April Ashley (Liverpool, 1935), maniquí de Vogue y una de las primeras personas del mundo en cambiar de sexo. Las viviencias de Ashley chocan con la situación actual que vive la industria.
Conocido es el caso de Andrej Pejic. Modelo masculino que desde su inicio en 2010 ha compaginado pasarelas tanto masculinas como femeninas. Éste fue elegido por Jean Paul Gaultier para cerrar su desfile de haute couture 2011 vestido de novia o Lea T, musa de Riccardo Tisci.

Foto: His 'n' Hers. Love Nº5 SS 2011. Lea T., Kate Moss & N. Vodianova. Shot by Mert & Marcus

Si bien es cierto que el uso de la ambiguedad sexual en la moda ha sido un recurrente habitual durante décadas, no deja de sorprender el juego de género que desde hace unos años llena camapañas publicitarias, editoriales y pasarelas, con el fin de crear espectáculo. 
El último en sumarse al "movimiento" ha sido el fotógrafo Bruce Weber que ha fotografiado a 17 modelos transgénero para una campaña de Barney's

Foto: Katie Hill & Arin Andrew. Barney / Bruce Weber. 2014

Como respuesta la comunidad LGBT ya ha advertido que la visión que se está ofreciendo sobre esta realidad no es más que un espectaculo e insta al sector a formar parte de una normalización en esta sociedad genderqueer.